¿Qué son los cambios posturales?

Algunas personas, como consecuencia de una lesión, enfermedad o  la edad sufren problemas de movilidad que les obligan a pasar demasiado tiempo en la misma postura o posición. Como consecuencia de la falta de movilidad surgen las temidas escaras o úlceras por presión.

Los cambios posturales son las acciones que llevamos a cabo para modificar la postura corporal del paciente encamado y ayudar a evitar las escaras o úlceras por presión.

Como os comentamos en nuestro anterior artículo sobre como prevenir y tratar las escaras es importante tomar ciertas precauciones. A través de una serie pautas y unos hábitos adquiridos lograremos reducir el riesgo al mínimo.

Para, ello además de la importancia del uso de colchones y cojines antiescaras, es muy importante llevar a cabo ciertos cambios posturales a lo largo del día

 

¿Qué beneficios ofrecen los cambios posturales?

Los cambios posturales  ayudan no solo  mejorar el confort y la calidad de vida del paciente si no a prevenir las úlceras por presión o escaras. Esto se consigue cambiando la postura del paciente evitando que determinas zonas sufran una presión constante derivada del peso del paciente y de la falta de movilidad.

Además, los cambios posturales nos ayudan a facilitar las tareas de aseo e higiene.

¿Qué significa decúbito?

Cuando aprendemos a llevar a cabo los cambios posturales nos encontramos con un término que puede resultarnos desconocido: decúbito. Este término hace referencia  la postura corporal que implica estar tumbado, yacente o acostado.

Una vez el paciente está tumbado o en postura decúbito, según se encuentre de lado, boca arriba o boca abajo lo denominaremos de la siguiente manera:

  • Decúbito lateral:  Posición del cuerpo cuando está tendido sobre uno de sus lados.
  • Decúbito prono: Posición del cuerpo cuando está tendido boca abajo, sobre el pecho y el vientre.
  • Decúbito supino:  Posición del cuerpo cuando está tendido boca arriba, sobre la espalda.

Decubito posturas

DECÚBITO SUPINO

  • Poner la cama en posición horizontal y colocar una sábana entremetida.
  • Desplazar al paciente al centro de la cama con ayuda de la sábana entremetida.
  • Colocar bajo la cabeza una almohada, de modo que el cuello quede recto, alineado con la columna, pero no hiperextendido.
  • Situar los brazos a lo largo del cuerpo, con los codos ligeramente flexionados, o colocados encima del abdomen.
  • Colocarle las muñecas en posición neutral, en actitud natural de descanso.
  • Levantarle los talones un poco por encima del colchón, utilizando una almohada pequeña, bolsas de agua o algún otro.
  • Colocar los pies formando un ángulo de 90o con las piernas.

DECÚBITO LATERAL

  • Desplazar al paciente con la ayuda de la sábana entremetida hacia el lado contrario del que se le va a colocar.
  • Colocarle lateralmente, situando una almohada en la espalda para mantener la posición. La cabeza debe apoyarse sobre otra almohada, manteniendo la alineación con la columna.
  • Extenderle la pierna inferior en línea recta con la espalda y los hombros.
  • Flexionarle la pierna superior por la cadera y la rodilla y apoyarla sobre una almohada que vaya desde la parte superior del muslo hasta la pantorrilla.
  • Colocarle el brazo inferior en rotación externa.
  • El brazo superior se colocará con el codo en flexión, si es posible encima de una almohada.
  • Colocar barandillas laterales.

DECÚBITO PRONO

  • Colocar al paciente en esta postura con ayuda de una sábana entremetida.
  • Colocar la cabeza ladeada apoyada sobre una almohada y alineada con el resto del cuerpo.
  • Colocar los brazos separados del cuerpo con los codos flexionados descansando las palmas de las manos sobre la cama.
  • Las extremidades inferiores deben estar extendidas y se recomienda que los pies cuelguen al final del colchón para prevenir el equinismo.
  • Siempre que sea necesario utilizar almohadas o en hombros, abdomen, muslos y piernas para disminuir la presión en las prominencias óseas.

FOWLER

La posición de Fowler se lleva a cabo colocando al paciente sobre su cama en una posición semisentada de aproximadamente 45-60 grados con las rodillas extendidas o flexionadas.  Para ello utilizaremos una almohada o bolsas de agua.

La cabecera de la cama debe de levarse unos 60-90 cm hasta la altura deseada. De esta manera obtenemos un ángulo que ofrece un mayor confort del individuo utilizar una almohada detrás del cuello.

Tredelemburg y tredelemburg invertida

Colocado en decúbito supino, los pies están elevados sobre el plano de la cabecera, formando un ángulo de 45º. En la invertida el paciente se encuentra en decúbito supino, pero la cabeza y el tronco se encuentran en un plano superior al de las piernas formando un ángulo de 45º.

Precauciones al realizar los cambios posturales

  • Prestar atención especial en la realización de las maniobras si el paciente es portador de sueros, sondas o algún otro dispositivo. Debemos de asegurarnos de dejarlos correctamente colocados una vez hayamos acomodado el paciente.
  • Cuando realicemos las movilizciones  el paciente nunca debe de ser arrastrado en la cama.  Para evitarlo realizaremos los movimientos siempre con ayuda de una sábana entremetida.
  • Evitar en las distintas posturas el contacto directo de las prominencias óseas entre sí.
  • Vigilar la posición correcta de las articulaciones para evitar contracturas, deformidades y rigidez.

Cambios posturales

¿Cada cuanto tiempo se deben realizar los cambios posturales?

Para prevenir las complicaciones derivadas de la falta de movilidad los cambios posturales deben realizarse cada 2-6 horas, siguiendo la siguiente rotación

  1. Decúbito supino.
  2. Decúbito lateral derecho
  3. Decúbito lateral izquierdo.

Hay que tener en cuenta que estos tiempos son relativos ya que en algunos casos el paciente puede pasar parte del tiempo en la cama articulada y otra parte en la silla de ruedas. Hay varios factores a tener en cuenta:

  • Capacidad del paciente para moverse por si mismo.
  • El riesgo de sufrir escaras.
  • En el caso de haberse producido las escaras, el grado de las mismas.
  • El paciente está todo el tiempo en la cama o por el contrario también está sentado durante el día, es capaz de andar aunque sea con ayuda etc.

Es importante que al realizar las movilizaciones inspeccionemos  los puntos de apoyo para detectar enrojecimientos, eritemas etc.

Como habréis visto los cambios posturales son una herramienta necesaria, si estas a cargo de una persona con dependencia, que le ayudará a mejorar su calidad de vida.

En Ayudas Técnicas Ibiza sabemos la dificultad de afrontar, sobre todo al principio, estas situaciones. Llevamos más de 20 años asesorando y ofreciendo a nuestros cliente todo tipo de ayudas para la movilidad que les ayuden a facilitar estas tareas en el día a día.

No dudes en consultarnos sin ningún compromiso en el teléfono 91-5738041 o visítanos en la Calle de Fernán Gonzalez, 59 en Madrid.

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